Algo fundamental para toda persona, es honrar a los padres correctamente. Desde que somos pequeños, se nos enseña a honrar a nuestros padres y nuestras madres.
El respeto y obediencia a los mayores es muy importantes, ya que no solo nos han dado la vida, sino nos forman y conducen desde que somos pequeños.
Cuando un bebé nace, lo primero que busca es la protección de la madre, quien no solo lo alimenta, sino lo cuida y da calor. El bebé crecerá seguro y saludable, sintiendo protección.
El padre buscará proveer a sus hijos de todo lo que le falta, predicando con su ejemplo y ayudándolo a seguir sus primeros pasos.
Por ello, ¿por qué vemos entonces tantos casos de abandonos a los padres ancianos?, ¿por qué algunos hijos no respetan a sus padres ?.
Cuando honras a tu padre y a tu madre, no te diriges a ellos de forma grosera o prepotente. Todo lo contrario, buscas dirigirte a ellos con respeto, aceptas cada una de sus decisiones y los apoyas.
Cuando sabes lo que significa honrar a tus padres, tienes una actitud no solo afectiva, sino de alta estima y consideración por su esencia de padres como tal.
Cómo honrar a los padres
En el libro más vendido de la historia se nos dice la importancia que tiene que a los padres los podamos respetar y honrar
Honrar a los padres es el único mandato en las Escrituras que promete una larga vida como recompensa. Sin embargo, en la Biblia se señala lo grave que es la desobediencia a los padres. Aquellos que tiene una mente malvada, se caracterizan por la desobediencia a los padres
Dios nos da instrucciones a través de la palabra, que es necesario el respeto y consideración a nuestros padres, independientemente de la edad que tengan. Dios da el mandato de honrar a nuestros padres.
Pero ¿cómo se les debe honrar?, pues mediante acciones y actitudes.
Atender el consejo sabio de los padres
La forma de honrar a los padres es obedecerlos, escuchar su consejo sabio, prestar atención y respetar su autoridad.
No porque una persona crezca y se vuelva adulta, significa que tenga que volverse grosera y mal agradecida con sus padres, ignorando lo que a bien tenga que decir.
Si desde niños se forma a los hijos para que respeten la autoridad de los padres, de adultos no tendrán problemas en ser respetuosos con otro tipo de autoridades (entendiendo que las mismas merezcan respeto y consideración).
Hay algo importante que recordar en cuanto a los padres y los hijos. Una relación saludable de padres a hijos se forma en base al amor y al respeto mutuo.
Recuerda que no habrán personas que sientan una genuina felicidad por tus logros y tristeza por tus desventuras, como lo son tus padres. Sin embargo, no olvides que tus padres son seres humanos y en caso hayan cometido un error, aprende a perdonarlos.
Así mismo, si bien la obediencia sin condiciones a los padres va disminuyendo a medida que los hijos se vuelven adultos e independientes, lo que permanece por siempre es el respeto al consejo sabio de los padres.
En los 10 mandamientos o decálogo, que son un conjunto de principios éticos y de adoración a Dios, encontramos como cuarto mandamiento “honrarás a tu padre y a tu madre”.
Cuando somos niños nos enseñan la importancia de respetar y honrar a los padres. Pero ¿qué sucede cuando llegamos a la edad adulta?. No es lo mismo cuando un niño está bajo la autoridad de los padres a cuando se es adulto y se tiene un criterio.
Es necesario comprender la importancia del respeto y de honrar a los padres. Esto es una forma de honrar a cualquier autoridad. Este respeto no tiene punto final, se debe honrar y respetar a los padres hasta la edad adulta.
Así mismo, debes mostrar agradecimiento por todo lo que tus padres han hecho por ti, escuchando sus consejos, respetando sus decisiones y siguiendo su guía.
Finalmente, no debes dejar de proveer a tus padres cuando sean ancianos. Cuando ellos ya no pueden valerse por sí mismos, necesitará apoyo práctico. Puedes honraros garantizando que tengan todo lo necesario para subsistir dignamente, contando con tu afecto y apoyo.