El pensamiento es como un enemigo, alguien que indiscriminadamente nos ataca. Descartes era un hombre que tuvo mucho qué ver con este tema, una frase que él nos legó es “pienso… luego existo”, tenía una actitud muy interesante, decía que su vida estaba plagada de eventos dramáticos y trágicos pero estas situaciones nunca se dieron en la realidad, solamente se daban en su cabeza. A nosotros nos pasa lo mismo, tejemos en nuestra cabeza tal cantidad de fantasías negativas que nos hacen mucho daño y nos hacen sufrir. Por ejemplo un niño que piensa que sus padres han muerto, que él está solo, se pone a llorar un poco pero sus padres están viendo la TV con él. Es posible que el pensamiento nos lleve a situaciones extraordinariamente dolorosas.
Lo hechos existen por supuesto, pero lo más importante no es la desgracia que está ahí, por ejemplo la pandemia, sino en cómo la interpretamos. Un ejemplo muy claro es cuando un niño pequeño con un problema oncológico muy serio, muere, los padres piensan que es una situación terrible y que van a sufrir durante mucho tiempo; otros padres, en una situación semejante pueden decir: “qué bueno que ya descansó nuestro hijo, él hizo todo lo posible por sobrevivir, nosotros estuvimos junto con él apoyándolo y finalmente descansa él y descansamos nosotros”.
¿Cómo podemos luchar con los pensamientos? Aarón Beck a finales del siglo pasado creó una terapia sobre el pensamiento que se llama “Terapia Cognitivo-Conductual” que ayuda mucho a algunos pacientes en el tema de la depresión y de la ansiedad, hablando estrictamente de la psicoterapia. Beck enfatizaba que la parte más importante es que primero uno debe conocer al enemigo, si usted conoce al enemigo es más fácil que le gane. Las características del pensamiento son:
- Es automático – desde que usted nace ya está pensando, es como el corazón que palpita de una manera involuntaria.
- Voluntario – Cuando queremos pensar en algo, por ejemplo preparar una conferencia, el pensamiento tiene áreas voluntarias y otras que escapan a nuestra competencia.
- Silencioso – Es una de las cosas más importantes del pensamiento, porque a través de quitarle lo silencioso al pensamiento, podemos quitar los pensamiento negativos.
- Adhesivo – Se nos pega en nuestra cabeza, un sujeto puede estar pensando en algo que se le avecina, por ejemplo una cirugía. Pero también puede pensar cosas positivas como ir a ver a la novia. El sujeto no puede dejar de pensar en eso.
- Abstracto – Usted puede entender esta conversación gracias a que entiende las palabras y su significado. Usted se va imaginando algo que usted fue viendo y eso nos permite comunicarnos.
¿Cómo combatirlo? Primero es quitarle lo silencioso al pensamiento a través de conversarlo con alguien, la persona le escucha el contenido del pensamiento y lo llega a calmar. Segundo quitándole lo abstracto al pensamiento, si lo escribe en un papel y verlo físicamente se dará cuenta que puede controlar el pensamiento.
Su pensamiento tiene una relación estrecha con el cerebro. Los pensamientos producen emociones (esas emociones son situaciones químicas que se alteran dentro del cerebro que provoca sensaciones físicas, como cuando tiene ira se da cuenta cómo su corazón palpita más fuerte), las emociones producen cambios químicos cerebrales y estas emociones producen conductas de acuerdo a lo que se siente y piensa.
En el momento en que usted se asusta inmediatamente tiene una reacción, como cuando ve una víbora, en cuestión de segundos usted siente una reacción de inmediato, esa inmediatez se refleja en el cerebro; una de las características de esta situación es que esa inmediatez a veces se prolonga, el sujeto puede tener mucho miedo en ese instante pero durante muchos minutos u horas porque el pensamiento no lo abandona y esa condición empieza a hacerse crónica. La persona está pensando cosas que lo asustan, el nivel de cortisol aumenta en su cuerpo, las hormonas del estrés lo estimulan de una manera grave; tanto va el cortisol al cerebro que empieza a fatigarlo, por decirlo así, y empieza a tener una reacción, ya no de miedo instantáneo, sino un estado depresivo más intenso.
Las emociones generalmente van cambiando dependiendo del pensamiento que va teniendo, por ejemplo si piensa que va a tener un infarto, empieza a sentir miedo y ansiedad. Si se enoja porque alguien lo robó o lo humilló va a sentir odio y coraje; si tiene interés erótico por otra persona se va a despeñar una serie de hormonas dentro de su cuerpo que le van a llevar deseo sexual.
En los últimos meses ha aparecido una situación importante que se llama “moral injury”, es el trastorno que tienen los médicos en primera línea con el coronavirus, cuando tienen cierto tiempo en los hospitales empiezan a deprimirse, porque tuvieron situaciones de demasiado trabajo donde tenían que elegir a quién le daban o a quién no le daban un ventilador y después se sienten culpables y empiezan a tener decepción de sí mismos. Esta condición de moral injury son muy frecuentes en la vida, cuando el sujeto está permanentemente molesto porque falló o porque hizo algo que le genera culpa. Se acrecienta mucho en los médicos porque tienen periodos muy largos de estrés y miedo, llegan a tener fatiga.
Generalmente los pensamientos van a 3 áreas:
- Al pasado – “si yo hubiese hecho…”, “si yo hubiese estado…”, etcétera
- Al futuro – “¿me quedaré sin empleo?”, “me irá a dar coronavirus”, etcétera.
- Sobre nosotros mismos – “¿seré muy feo?”, “estoy muy gordo”, etcétera
Lo más importante es ¿cómo corregirlo?, tiene mucho que ver con la educación. Tiene que tener una disciplina de estar pensando en el pensamiento, esa disciplina debe ser como el lavarse los dientes, usted sabe que durante el transcurso del día debe cepillar sus dientes para mantenerlos sanos. Igualmente debe de pensar durante el transcurso del día sin necesidad de estar nervioso o triste ¿en qué está pensando? Para poder controlar los pensamientos. Si usted está triste, o está ansioso lo primero que debe preguntarse es ¿en qué estoy pensando? Y empezar a hacer una lista de esos pensamientos, los pone por escrito y lleva a cabo un juicio de ellos preguntarse si son reales o es una fantasía o si son lógicos ¿cómo se hace este juicio? Generalmente se le pide a los pacientes que lo metan en un sistema de las tres A’s
Pensamiento: “¿tengo la infección del virus?”
- Ahora – ¿en este momento tengo COVID19?
- Aquí – ¿en este lugar estoy con síntomas?
- A mí – le pasó a mi vecino, amigo o conocido, no a mí
Existe una correlación muy importante entre pensamientos, emociones y la conducta. A veces la adicción o rumiación de los pensamientos se vuelve crónica y estamos permanentemente dando vueltas a esa situación que nos pareció humillante, triste o ansiosa y eso nos va a llevar a una depresión crónica.
Además de la terapia cognitiva existe el trabajo del Dr. Joe Dispenza con su libro “El Placebo eres tú”. Toca uno de los temas más importantes de la medicina que es el factor placebo. ¿Qué es el placebo? Es una sustancia inerte que le administran a un paciente como medicamento y le dicen “se le va a quitar la molestia con esto”, curiosamente la gente al pensar que esa sustancia le va a hacer bien, empieza a cambiar su química del cuerpo y se le quita el dolor. Esta relación extraordinaria entre mente y cuerpo, que describe el fenómeno del placebo, es algo que es muy importante que conozca y sepa que existe. Dispenza lo que dice es que cuando usted está enfermo, debe tomar el control de su enfermedad, que su médico lo acompañe y lo asesore, pero usted va a sacar adelante su problema médico que tiene y lo va a lograr.
¿Está usted pasando por un episodio de depresión o ansiedad? Haga una cita hoy mismo enviando un correo a: direccion@psicoterapiamp.com o envíe un mensaje por WhatsApp al número (811) 5165494.