Un tema fundamental en la actualidad es hablar de la necesidad de territorio que tenemos los seres humanos. Vivimos una situación que tenemos que ir analizando empezando por lo que sería el colmo de la distancia, estar pegados.
En el reino de Siam nacieron dos niños unidos por el esternón, se les llamó siameses. Fueron muy famosos, inseparables, tuvieron mucho éxito económico con un negocio de trata de esclavos, llegaron a procrear 21 hijos, por lo que tenían que compartir todas las necesidades fisiológicas, además de las reproductivas. Esta condición no es muy frecuente y en la actualidad existen docenas de niños que son siameses y otros que han llegado a la adultez.
La distancia puercoespín se utiliza mucho para ejemplificar lo que sentimos los seres humanos en el tema de la distancia. Cuando un puercoespín tiene frío, se junta con otro y sus púas los empiezan a herir, esto les molesta y se alejan, pero vuelven a sentir frío y nuevamente se acercan y así lo van haciendo hasta que encuentran un punto adecuado en el que ya no hay dolor, pero tampoco tienen frío. De igual manera sucede con los seres humanos, en cuanto están cerca por un tiempo molesta un poco, y se alejan, vuelven a acercarse hasta que encuentran un punto en el que puede sobrellevarse.
Esto de la distancia en el ser humano es genético. Desde que un niño nace empieza a provocar el acercamiento con su madre, por ejemplo, cuando el niño está llorando, ese sonido de su llanto provoca en el cerebro de la madre una serie de cambios químicos que van a producir en ella hormonas, dos de ellas muy importantes: la prolactina (provoca la producción de leche) y la oxitocina (provoca la contractura de los canículos de la mama para que salga la leche). Además el llanto produce que esa condición nueva que tiene la madre, le ayude a desalojar lo que queda de restos en su placenta. También a partir del primer año del recién nacido se empieza a formar el apego.
Actualmente estamos en una condición de confinamiento donde se nos ha quitado la libertad de convivir con nuestros seres queridos y donde es muy común ver la rebeldía y la competencia de la gente para poderse quedar encerrada.
Los animales tienen por instinto una necesidad de distancia o territorialidad. Se ha visto que los perros van marcando su territorio, orinando en diferentes sitios, los pájaros a través del canto, se suben a alguna rama y empiezan establecer su territorio.
La proxémica es un sistema que permite el estudio de la territorialidad en seres humanos. Establece que existe un espacio que será público, donde la gente puede reunirse para situaciones sociales como una boda, en un aeropuerto o cosas de ese tipo.
Pero hay otros espacios que no son tan públicos como son los de interacción, que son aquellos en los cuales vamos a tener una relación con las personas más cercanas, no es cualquier persona, sino va a ser un compañero de la escuela, una relación dentro de un hospital, o espacios donde llevamos a cabo una cierta actividad por ejemplo en la oficina, etcétera.
Existe otro espacio que es el más importante, es el espacio íntimo, está dentro de su cuerpo y es el que lo hace vulnerable. Entonces a este espacio que es muy corto, entre 15 y 45 centímetros, vamos a dejar entrar sólo a ciertas personas con el privilegio de que nos toquen, nos besen, nos abracen. En este contacto físico es donde empezamos a encontrar protección, donde se llevan a cabo los actos amorosos, o los actos de duelo.
También hay una distancia mucho mayor que nos permite expresar la catarsis de los seres humanos, donde van a desahogar sus sentimientos, generalmente de agresión o de ansiedad, o de estrés cuando se va la lucha libre, cuando se grita en el futbol, cuando se va a un concierto y se baila multitudinariamente.
La Proxémica estudia también las culturas, nos menciona que existen muchas formas de acercarse de las personas. No es igual tener una relación con una persona latina que tiende a ser más afectuosos, que acercarse a alguna persona nórdica. Cada cultura va a tener mayor o menor tolerancia al abrazo, al beso, a la caricia, etcétera. Y eso debe ser muy importante para evitar cometer errores, porque pudiera ser que en algún momento alguien esté promoviendo una relación con alguien que va a sentirse ofendido porque está demasiado cerca, u ofendido porque usted está demasiado lejos.
El King’s College de Londres hizo un análisis sobre lo que estaban sintiendo las personas en el confinamiento y es muy predecible, la gente se aburría, estaba frustrada, tenía un pensamiento permanentemente de que algo malo venía, tenían miedo a infectarse, tenían mucho miedo al futuro económico por que pensaban que iban a perder su trabajo y sobre todo la incertidumbre de un mundo que no sabe a dónde va.
Para todo existe un momento, necesitamos un espacio donde podamos reírnos, en el que pueda explayarse como los niños, pero también hay un momento en que la gente tiene necesidad de estar sola.
Actualmente en el confinamiento tenemos mucho ruido dentro de un pequeño espacio, porque los padres y los niños producen una situación de mucho movimiento, de cierta ebullición, este ruido está presente, los niños están inquietos, esto hace que de alguna manera los niños necesitan otros niños, los padres no pueden atenderlos completamente y esto provoca tensiones muy fuertes. En el pasado el encuentro para los negocios era muy importante, incluso en parejas, que hoy se ha perdido también.
Lo que estamos enfrentando ahora es algo que no es correcto para la humanidad. Es una dictadura mucho más intensa que cualquier dictadura que usted conozca, políticamente en el mundo, donde de pronto los seres humanos hemos sido objeto de perder nuestra libertad y entonces esa condición va en contra de una necesidad innata de abrazar a alguien.
Para la gente que ha tenido problemas de salud mental el confinamiento lo va a agravar, por ejemplo si alguien era obsesivo compulsivo, tenemos la oportunidad de comprender por qué se lavan tanto las manos hasta que pierden la piel, hoy entendemos ese miedo que tienen ellos a esos microbios fantasiados que ahora son reales.
La gente que tenía miedo a salir a la calle va a sentirse muy bien en el confinamiento, pero no se va a sentir cuando tenga que salir. La gente que de por sí ya era desconfiada con cierta tendencia paranoide, son terreno fértil de todos los complots de que este virus lo provocan para hacernos un daño y por supuesto, el no movernos, estar encerrados, el no tener estímulos y no hacer ejercicio, nos trae una condición depresiva y ansiosa en general. En resumen, si usted era depresivo, o era ansioso, es posible que tengamos que pensar que eso se va a acentuar.
También hay muchas personas que tienen incompetencias físicas, que sabemos que están enfermos y que desgraciadamente están solos y entonces se empieza a sentir ansiedad porque no puede protegerlos, no puede proveerles a ellos de los mismos cuidados. Si alguien los cuidaba ahora tienen miedo que esa persona entre a estar cerca de esa persona y provocar una contaminación de esa persona que ya de por sí estaba enferma. Cuando hay problemas de falta de funcionalidad en la familia se va a traer más estrés al sujeto que está enfermo y aquellos que lo cuidamos.
Si hay antecedentes de conflicto en la familia, entonces va a presentarse un serio problema porque una de las bases de la vida es que cuando hay un conflicto uno puede huir y puede escapar, pero si le cierran la puerta entonces las condiciones de violencia se van a incrementar. Se ha visto el aumento en la violencia con las mujeres, que ha habido un incremento en los homicidios, que los niños, los ancianos también, están siendo objeto de violencia porque están, de alguna manera, en las peores condiciones para defenderse.
Otra situación también muy triste y grave que ha traído la pandemia, es que hay gente que está sola: los viudos, los solteros, las solteras; personas que no tienen familia y que van a quedarse solos durante meses; ellos tienen que buscar formas de relacionarse con otras personas, algunos los ven desde lejos, desde el auto, desde la puerta o de manera virtual.
La sexualidad también va a ser afectada. Se cree que la gente cuando está sola y con la oportunidad de tener vida sexual se incrementa su sexualidad, es sólo una creencia popular, todos los seres humanos tenemos genéticamente una dosis de sexualidad que surge cada cierto periodo, hay gente que tiene vida sexual todos los días, o cada tres días, o cada semana, o cada mes, ese ritmo no se va a romper va a seguir igual, sin embargo, aunque tenga la mejor condición de familia, de alegría, de tranquilidad, de paz con su pareja, etcétera, usted sabe que hasta la belleza cansa, hay un momento en que uno se harta de aquella persona aunque sea de muy buena condición y uno necesita tener un momento de soledad. Se estima que va a haber un aumento de embarazos no deseados porque universalmente se ha bajado mucho la compra de anticonceptivos, porque mucha gente no tiene dinero o no tiene la posibilidad de salir de la casa, entonces estamos esperando problemas importantes en ese sentido desde el punto de vista social.
Un fenómeno interesante es ¿por qué la gente sale a la calle si saben que les va a hacer daño? ¿Son suicidas, son irresponsables? Debemos entender que todos los seres humanos queremos salir a la calle y que cuando lo encierran empieza a venir una necesidad, se encuentra en una abstinencia, tiene una necesidad de satisfacer algo, entonces en cuanto nos dan la oportunidad de salir la gente sale a gritar, sale a disfrutar, porque no lo puede hacer dentro de su confinamiento.
El mundo virtual nos ha permitido comunicarnos, pero es muy diferente ver a través de la cámara a las personas en lugar de estar junto con ellos. La pandemia también ha sido la tumba de muchos amores, porque hay desencuentros: gente que ya no se llevaba bien que acabó por enterarse que con esa persona ya no quiere vivir.
El tema más importante en la actualidad es precisamente la vida de los niños. Los niños con su misma condición prácticamente han desertado de la escuela, los han sacado de la escuela. Esa es una condición muy negativa porque los niños en las vacaciones tienden a olvidar mucho lo que aprendieron en la escuela, ahora los dejan más tiempo libres por supuesto que van a tener mayor incompetencia para recordar las cosas que aprendieron.
Los niños necesitan correr, necesitan de otros niños para conversar y hay niños pequeñitos, incluso antes de los 4 años, que se ponen tristes, que lloran, porque no tienen relación con otros niños y que se les desaparece el mal humor y la depresión en cuanto ven a otro niños, estos niños preescolares particularmente, son muy vulnerables también a esa falta de contacto.
Debemos cuidar mucho la educación de nuestros niños porque ellos van a ser educados en nuevos métodos y si ellos no estudian adecuadamente no van a tener las herramientas en el futuro para poderse defender en la vida.
En esta situación de los niños debemos de pensar ¿Cómo podemos colaborar con ellos?
¿Qué hay que hacer? sabemos que existen todos estos problemas pero ¿Qué tenemos que hacer para resolverlo? Hay que tomar el ejemplo de los grupos que han tenido éxito y curiosamente los lugares en donde hay mucha disciplina, donde los regímenes son totalitarios como China, han logrado contener la pandemia.
Por último es importante aclarar dos mitos: el primero dice que estamos entrando en una nueva normalidad. La mayor parte de los seres humanos tenemos caries, pero el que tengamos caries no significa que sea lo normal, es una enfermedad, entonces no es normal tener caries ni es normal estar como estamos ahora sin abrazar y sin besar y sin tocar a nuestros semejantes.
El otro mito que se dice es la post-pandemia. Estamos en plena pandemia, la gente está en plena crisis, por lo cual es muy importante que la realidad actual la entendamos: no es natural, va en contra de nuestra naturaleza y tenemos que cuidarnos mucho.
La pandemia es algo que de pronto se me metió en nuestro cuerpo y a dónde vamos estamos pensando permanentemente en el virus, a no contagiarnos, en ponernos el cubrebocas. Esta condición nos lleva a tener que hacer un proyecto de vida nuevo, reinventar nuestra vida, tenemos que entender que todo lo que creía antes, ya no sirve, ahora tenemos que tener situaciones nuevas para resolver esto, tengo que tener un plan junto para poder enfrentarlo.
¿Cómo vamos a hacer la reinvención? Conociéndonos a nosotros mismos. Lo más importante, como decía Ortega, es que yo soy mis circunstancias, yo y lo que me rodea. Entonces yo tengo que ponerme de acuerdo como si me acabara de casar, voy a hacer los nuevos votos, qué vamos a hacer con nuestra salud mental, qué vamos a hacer con la educación de los niños, cómo vamos a enfrentar una cosa que no conocemos no sabemos nada sobre lo virtual ni cómo van a ser las clases futuras, cómo le vamos a hacer con el dinero.
Es vital que cuide su relación afectiva, que cuide su amor por sí mismo, que se concentre en sí mismo, que busque un espacio para usted para no destruirse usted y no destruir a los demás, que cuide su espacio, que tenga compañía pero también que busque la soledad y respete el espacio del otro y lo deje solo en algún momento para que evite la claustrofobia y que el otro esté ahogado. Todo con el debido equilibrio le ayudará a sobrellevar esta pandemia que es nuestra normalidad.