Un tema importante que ha sido reverberante a lo largo de todos los siglos que el hombre tiene sobre la tierra es el encontrar la felicidad, saber de qué se trata. En el libro “Healing the Culture” del Doctor Spitzer menciona que los seres humanos tenemos necesidades en común con los animales como es satisfacer el hambre, necesidad de cobijo, reproducción, evitar el dolor y a los depredadores así como la búsqueda de afecto.
Ser feliz significa encontrarse en un estado mental de bienestar compuesto de emociones positivas, desde la alegría hasta el placer. El concepto de la felicidad es difuso y su significado puede variar para distintas personas y culturas. Algunos términos relacionados son: bienestar, calidad de vida, satisfacción y plenitud.
Las necesidades físicas que tenemos no son exactamente totales hay una frase de Blase Pascal que dice “el corazón tiene razones que no conoce el cerebro”, tenemos necesidades afectivas que no se satisfacen sencillamente con cosas materiales. Hay que buscar sentido y propósito de la vida para estar pleno y feliz. La felicidad se ha definido como la satisfacción plena de todas nuestras necesidades y deseos”, encontrarlo no es tarea fácil, desde la antigüedad los filósofos se han preguntado ¿cómo conseguirlo?
Para estar felices, contentos y exitosos también hay diferencias culturales. Blase Pascal escribió: “lo que para alguien es alimento para otros es veneno”, dicho de otra manera la búsqueda de la felicidad tiene diferentes caminos, lo que sí tenemos en común los seres humanos es que evitamos la infelicidad, no queremos tener sufrimiento, sabemos que tarde o temprano nuestros sueños no se van a cumplir, incluso tenemos las mismas frustraciones.
Por su puesto, las conexiones neuronales, neurotransmisores y el funcionamiento del cerebro humano tienen una importancia fundamental a la hora de entender la felicidad. En este sentido tiene una importancia fundamental la serotonina, neurotransmisor sintetizado en el sistema nervioso central con funciones de vital importancia para el bienestar y la estabilidad emocional. El aumento de esta sustancia produce de forma casi automática sensación de bienestar, incremento de autoestima, relajación y concentración. El déficit de serotonina se asocia a la depresión, los pensamientos suicidas, el trastorno obsesivo compulsivo, al insomnio y a estados agresivos.
Curiosidades científicas sobre la felicidad
- La temperatura importa: la investigación ha demostrado una relación clara entre climas cálidos y un mejor estado del ánimo. Tanto demasiado calor como demasiado frío son perjudiciales para el bienestar.
- En parte se hereda: varias investigaciones han demostrado que los genes son responsables al menos en un 50% de lo feliz que sea una persona.
- Lo que hueles es importante: “los olores a flores te pueden hacer más feliz, ya que fomentan las interacciones sociales” según el Dr. Jeannette Haviland-Jones, un profesor de psicología de la Universidad de Rutgers.
- Ser bueno en algo ayuda a ser feliz: ya sea tocar un instrumento o aprender ajedrez, ser bueno en una habilidad ayuda a ser feliz. Aunque al principio es duro y puede ser estresante, en el largo plazo da sus beneficios.
Existen cuatro niveles para la búsqueda de la felicidad:
Primero. Viene de estímulos externos e interactúa con nuestros sentidos dando una inmediata gratificación que no dura mucho tiempo, por ejemplo comerse un helado, comprar un coche nuevo, comer algo rico, tener vida sexual, eso inmediatamente produce un placer de una manera inmediata. Este tipo de placer desaparece rápidamente.
Segundo. Son las satisfacciones al ego como tener el control del mundo exterior y de nosotros mismos, ser admirados o populares. Cuando el sujeto empieza a tener éxito y controla su propia competencia y carácter.
Tercero. Una vez que estamos satisfechos con uno mismo, empezamos a ver por los demás, invertimos en el mundo más allá de nosotros mismos. Queremos hacer una diferencia y mejorar el mundo con esa energía y con nuestro talento.
Cuarto. Hay una trascendencia a aquello que es perfecto, se trata de ir hacia el amor total, la belleza absoluta, algunas personas lo llaman Dios. No necesariamente tiene que trascender creyendo en una religión sino en una búsqueda de la perfección.
En el camino a la felicidad existen diversos tropiezos. En la educación de la academia Griega los filósofos decían a sus alumnos que no se quedaran en el primer nivel, que se movieran de lo inmediatamente gratificante, que es superficial y aparente, hacia algo más profundo.
Superar el hambre y las necesidades básicas es sólo el primer paso. La base del materialismo está en buscar satisfacer al cuerpo que produce aburrimiento, soledad y el sentido de pérdida de significado de la vida.
Cuando se empieza satisfacer el ego, empieza a venir lo que llamamos éxito, empieza a haber una competencia, un juego terrible que nunca se termina, que nunca se gana donde la competencia es quién tiene más, quién es más popular, quién tiene más control, quién está ganando, quién está perdiendo. Siempre se están comparando quién tiene más o quién tiene menos éxito y alguien sale ganando y alguien sale perdiendo. Buscar ser “mejor que” tiene una trampa que la gente sufre y empieza a tener problemas de insatisfacción y angustia.
Crisis del segundo nivel. Cuando se alcanza el éxito se tiene un intenso sentimiento de autoestima elevada, se es exitoso, se siente físicamente bien, más poderoso que los demás y empieza a haber arrogancia. Este juego de comparación empieza a producir mucha ansiedad, no siempre podemos ganar, no siempre podemos tener lo mejor.
¿Cómo superar el juego de comparaciones? Debemos entender que es un juego que nunca se gana y nunca termina. Se supera pensando en el otro, ganando respeto pensando en los demás, buscando lo bueno que hay en los demás y apreciando a los otros por su inteligencia, sinceridad, honestidad, con pasión, creatividad y sus valores.
Como hemos podido comprobar no es poco lo que se conoce en la actualidad sobre el concepto de la felicidad. Sin embargo, aún nos queda un gran camino que recorrer para terminar de comprenderla e incluso de definirla de forma exacta.
Para ti ¿qué es la felicidad?
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